martes, 3 de mayo de 2011

Parte del camino



Ya está. Ha terminado de amanecer y yo he conseguido alcanzar la playa antes de que el sol se alzase sobre la bóveda celeste. Las huestes de la noche quedan ya atrás, junto con el dolor y la soledad; sobre todo ésta última. ¿Y qué hay ahora? Pues el sol y el sonido de las olas rompiendo bajo nuestros pies. Y no estoy solo, me acompañas tú y la esperanza que despertaste dentro de mí.

Conociste a una amiga mía mientras caminabas con tu mochila hacia Santiago de Compostela y ella tuvo la feliz idea de creer que eras para mí. Me armé de valor y quise conocerte, sin esperar que fuese a ser como fue. Reconozco que a mi amiga le dije que lo hacía por mí, que hasta entonces no había podido conocer a nadie nuevo pero que ahora había superado mis fantasmas del pasado y que estaba dispuesto a un cambio en mi vida. Era el momento idóneo para conocerte. Sin embargo, a medida que te escuchaba hablar lo demás desaparecía; el pasado quedaba oculto en la noche que dejo atrás, los amores no correspondidos perdieron peso al convertirse en plumas que una ráfaga de viento se llevó, y el dolor que sufro en el presente por otros motivos se borró con el barrido del sonido de tu risa. Cada palabra tuya hacía que me gustaras más. Tienes carisma, inteligencia y es imposible no cogerte cariño. A medida que pasaban las horas el lenguaje corporal se hacía más evidente y terminamos en un sofá, yo con tu mano entre las mías. Nos costó lo nuestro, pero supongo que ambos queríamos estar seguros de quién era el otro. Entonces sí, nos besamos.

Fueron tres días, pero los suficientes como para cambiarlo todo. Me confesaste la primera mañana que no eras de mostrar tus sentimientos, que te costaba. Sin embargo, te pasaste las dos tardes siguientes haciéndolo. Supongo que eso tiene su mérito, al menos porque ambos despertamos cosas ocultas en cada uno. La playa fue testigo de nuestros besos y abrazos hasta que el sol cayó, pero la luz seguía ahí, brotando de tus ojos. Esa noche me dedicaste “Sex and fire” porque no dejabas de llamarme bones por mi cuerpo delgado y esa canción dice rattling bones. Ya el domingo te despediste de mí, pero yo sabía que no me podría resistir a la tentación de volver a visitarte esa misma noche. Así que dejé que los problemas en casa pasaran de largo y que mi coche me llevara de vuelta hacia la playa, donde me esperabas con un beso y una sonrisa que borrarían de nuevo todo lo demás.

Una de las frases que no olvidaré en tiempo y que quiero que perduren, y que me dijiste según nos levantamos la segunda mañana, fue: “el camino sigue”. Cada vez que la recuerdo me aborda una sensación ambigua, pues no sé si lo que siento es paz por haberme topado contigo en el camino, o angustia porque la vida continúa y tú y yo estamos a distancia. “Eres parte del camino”, me dijiste; tan solo espero ser esa parte que perdura durante tiempo. Espero volver a besarte, sentados en la arena de Riazor. Quiero que me vuelvas a besar en el pecho, en el hombro, en la oreja y en la boca. Deseo que pronto nuestros caminos se vuelvan a cruzar y que ambos formemos parte de un solo camino, pues hacía mucho tiempo que nadie despertaba esto en mí, esta ansia, esta necesidad. Mientras ibas en un tren de vuelta con tu familia y yo ya estaba lejos de casa me confesaste las ganas que tenías de verme. Pues bien, yo también tengo ganas. Y ahí va otra frase tuya, otra de esas tantas que me han llegado al alma: “confio en que si ha de pasar, pasará”.

9 comentarios:

  1. bonita historia.no tengo mas palabras Pablo.un saludo grande amigo!!

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  2. Que bonito... Pero como él mismo dice; sí lo que ha de pasar entre vosotros ha de pasar, no te preocupes que el camino que seguís cada uno os llevará de vuelta a los brazos del otro.
    XP.

    Un saludo!

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  3. Manuel: Muchas gracias amigo mío! Con la marca que dejas con cada entrada es suficiente. Un saludo!

    Fer: Gracias a ti también. También mantengo la esperanza avivada para que la desazón no me consuma. Una vez leí una frase que desde entonces decora mi habitación y reza: "el amor no siempre es fácil de comprender". Lo importante es tener el valor para aceptar esta dura verdad.


    Un saludo!

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  4. Me alegra leer esta entrada, espero que esa playa de Riazor vuelva a ser testigo de vuestros besos :)

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  5. Tú hazle caso a Coehlo, que era muy majo, y deja que el mundo te lleve, lo que tiene que pasar pasará.
    PD: Me encanta como escribes! :)

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  6. Me ha encantado esta entrada tuya. Es super profunda y además refleja la esencia del amor. En un sólo segundo se puede experimentar lo que nadie puede en años de relación. A veces tres noches bastan para aprender una lección. Sólo por eso deberías sentirte orgulloso porque hay muchos que en 20 años junto a la persona que aman no han aprendido nada. A veces la vida nos lleva por caminos que desconocemos sin entender muy bien por qué; pero la clave no está en intentar comprenderlo sino en experimentarlo y aprovechar y vivir cada momento al máximo pues nada permanece estático, sino fluye en un ciclo, en un vaivén. Y como dice esa frase tan popular: cosas que vienen y cosas que se van; las primeras para marcharse y las segundas para volver. Por cierto, me encanta el subtítulo de tu blog! ;)

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  7. Me alegro un montón de leer esto :)
    Comprendo todo lo que dices del cruce de caminos y la distancia... bff
    Por cierto, la Coruña es una de mis ciudades favoritas, es super romántica. Quién sabe, quizá el próximo beso sea bajo la atenta mirada de la Torre de Hércules ;)

    Un abrazo!

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  8. El amor es así, aunque no conozcas a una persona ese sentimiento provoca que nos parezca que conoces a esa persona desde siempre :)
    Me hago segidor, pasate por el mio si quieres y asnos leemos
    Byee!

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  9. Shinrei: Y si no es esa playa, que sean otros escenarios. Gracias.

    Gershwin: Sí, todos estos años es lo que saco en conclusión, que lo que tenga que pasar pasará, me guste o no. Espero que de esta vez me guste :)

    Moan: Te doy la bienvenida a mi blog. Lo que dices es completamente verdad. Se pueden vivir cosas maravillosas junto a una persona en tan sólo un par de días, pero vivir sin más con otra. Cuando llega esa persona que te hace sentir tanto, que te hace vibrar, entonces es cuando te das cuenta de la importancia que puede tener. Gracias por tu comentario y espero verte más veces por aquí.

    Victor: Ya, tú también sabes lo difícil que es la distancia... Pero luchar por ello demuestra el tipo de persona que eres. Pues a punto estuve de llevarlo a ver la Torre de Hércules, pero lo reservo para la próxima vez que venga :)

    Marcos Dreamer: Hay personas tan maravillosas y abiertas que con pocas palabras que cruces con ellas sientes que llevas años tratándoos. Te doy la bienvenida a ti también!


    Un saludo a todos y gracias :)

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