sábado, 14 de mayo de 2011

Siete días




Cerré la puerta del coche con el eco de tu abrazo todavía aplastándome el vientre. Mientras introducía la llave y hacía callar la radio te vi caminar despacio y con la cabeza agachada; “paseniño” se dice en mi tierra. Me entraron ganas de gritar tu nombre, que te dieras vuelta y me volvieras a abrazar. Deseé en ese momento que el mundo se parase a mirarnos, dos más que se habían abierto el alma, y contemplara el capricho del destino que nos llevó a conocernos sin darnos oportunidad de poder disfrutar de otra noche que replicase todo lo anterior. Pensaba que volver a prenderle fuego a las sábanas iba a ser algo meramente imposible.

El camino de vuelta no lo hice yo, creo que el coche condujo sólo esa media hora. Mi cabeza volaba entre un niebla espesa que impedía ver más allá de ti, que estabas frente a mí con tu cara de niño y tu sonrisa perfecta. Nene, esa noche y la mañana siguiente fueron extrañas, llenas de sentimientos contradictorios acerca de lo ocurrido, no sobre ti. Una vez más me digo que para una vez que alguien vale realmente la pena, no puede ser. Sería muy arriesgado, y estaría dispuesto al riesgo si no fuera por lo complicado de la situación. Pero de momento en siete días yo no voy a estar aquí sentado solo, pues tus manos volverán a tocar mi espalda, tus labios a rozar mis orejas y tus piernas a enredarse con las mías. No puedo evitar pensar en qué vendrá después de eso, soy así. Pero sé que no es bueno hacerlo, así que reprimo los pensamientos. Que sea lo que tenga que ser, yo continuaré el camino para bien o para mejor. Dios sabe que pensar en tu cara es la prueba que tengo de que los fantasmas del pasado se han marchado de aquí (me toco la cabeza con el índice). Los sentimientos son la marca de que es real, eso es lo que te debo.

5 comentarios:

  1. Pablo, al igual que con otras de tus entradas he disfrutado muchísimo. Qué profundidad y vaya reflexión. Por cierto, ¿quién es el chico de la foto? Es muy mono y qué bonita sonrisa =P

    Saludos!

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  2. Qué bien escribes. Qué bonito es cuando encuentras a esa persona con la que no te importaría pasar las 24 horas del día ¿verdad? =)

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  3. la distancia que separan 7 dias puede ser eterna y desesperante,pero luego cuando sus brazos se vuelven realidad de nuevo bendices que los dias sigan pasando porque al final de todos ellos estara el.
    como siempre Pablo tus letras me llegan dentro
    abrazos!!

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  4. Sin palabras...ha sido una gran suerte poder haber encontrado este blog y leer muchas de tus entradas...
    Escribes con tal delicadeza, esta entrada me ha transmitido mucho :) "Encontrar a Alquien que vale la pena" eso es dificil...
    Te sigo!
    Un abrazo, Elenna

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  5. Moan: Gracias por tu opinión; el de la foto es un modelo, no sé exactamente su nombre, pero si pinchas en la foto se te abre en grande y creo que pone el nombre en el enlace.

    Marcos Dreamer: Lo bonito es descubrir que pueden quedar desconocidos que una vez entran en tu corazón te hacen sentir mucho más que viejos conocidos...

    Manuel: Sí, siempre es un alibio cuando está. Lo difícil es que los días que no está triplican a los que sí está...

    Elenna: Bienvenida, la suerte ha sido que me hayas encontrado y hayas disfrutado. Pásate siempre que quieras.

    Un saludo a todos :)
    Y gracias!

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